Tradicionalmente las rosas han formado parte de los jardines en muchos de nuestros hogares. Si bien su cuidado puede ser relativamente fácil, es casi seguro que en algún momento hayas visto hongos en rosales. Entre las principales razones encontramos la humedad (como no puede ser de otra forma), la elevada densidad de follaje (que evita la evaporación), y las prácticas de jardinería inadecuadas (poda incorrecta o riego excesivo).
Además, el ataque de otros insectos y plagas pueden debilitar a la planta que será más débil frente a las esporas fúngicas que hay en el ambiente. Por esta razón, es tan importante estimular a la planta con sustancias para que ellas mismas se hagan más resistentes frente a los patógenos externos.
En este artículo encontrarás información para identificar a los 3 tipos de hongos que atacan principalmente a los rosales. Imágenes para identificarlos y tratamientos rápidos, comerciales y caseros, para que hagas una terapia de choque lo más rápido posible.
Principales hongos en rosales
Para entender cuáles son los hongos que atacan a los rosales y por qué, necesitamos conocer en primera instancia qué tipo de planta es y cuáles son sus necesidades principales. El rosal es un arbusto de hoja perenne que se cultiva principalmente por su valor ornamental, gracias a su fragancia y coloridas flores. También tiene un valor cosmético cuando extraemos el aceite de rosa y algunos otros usos más minoritarios como usos medicinales y en la cocina. Las semillas se denominan escaramujo, que está compuesto por un alto contenido en vitamina C (en ciertas culturas se emplea para realizar tés, productos alimentarios y medicinales).
Para cultivar unos rosales fuertes y vistosos, debemos buscar una zona a plena luz solar en el exterior. Necesitan al menos 6 horas al día, solo de esta forma conseguiremos que las rosas florezcan. El suelo debe estar bien drenado y rico en materia orgánica, el pH debe ser ligeramente ácido a neutro. El riego, punto muy importante para evitar la proliferación de hongos, debe ser regular, evitando siempre el encharcamiento. En este post sobre el riego excesivo te damos algunas claves para que conozcas cuáles pueden ser los primero síntomas que te indican que la planta está siendo regada en exceso. La poda también es un punto clave, ya que un rosal muy denso, no dejará escapar la humedad, creando el ambiente perfecto para la proliferación de esporas fúngicas.
Aquí tienes los principales hongos en rosales presentados en fotos:
Roya del rosal
La roya del rosal es una enfermedad fúngica que afecta a las plantas de rosal, causada por diversos hongos del género Phragmidium. Esta enfermedad es conocida por causar manchas anaranjadas en las hojas, tallos y, en casos graves, en las flores de los rosales. Para identificarlos, vigila estos síntomas clave:
- Manchas naranjas. Las hojas infectadas desarrollan pequeñas pústulas anaranjadas o amarillas en su superficie inferior, que son las esporas del hongo.
- Deformación de hojas. Con el tiempo, las hojas afectadas pueden volverse amarillas y caer prematuramente.
- Pústulas. En el envés de las hojas, se pueden observar las pústulas características que liberan esporas al frotarlas.
- Tallos infectados. Los tallos pueden mostrar manchas alargadas y en algunos casos pueden desarrollar grietas.
Oidio
Una segunda enfermedad común del rosal: el oidio. El oídio, también conocido como ceniza o mildiu polvoriento, es una enfermedad fúngica que afecta a los rosales, causada por hongos de los géneros Sphaerotheca y Podosphaera. Esta enfermedad es reconocida por la aparición de un polvo blanco o grisáceo en las hojas, tallos y brotes de las plantas.
- Polvo Blanco: El síntoma más distintivo es la presencia de un polvo blanco o gris en la superficie de las hojas, brotes y, ocasionalmente, en las flores.
- Hojas Deformadas: Las hojas infectadas pueden volverse arrugadas, deformadas y a veces adquirir un aspecto seco.
- Retardo en el Crecimiento: Los brotes nuevos pueden aparecer atrofiados o distorsionados, con un crecimiento reducido.
- Floración Afectada: Las flores pueden desarrollarse malformadas y, en algunos casos, pueden no abrirse completamente.
Mildiu del rosal
El mildiu del rosal, también conocido como mildiu velloso, es una enfermedad fúngica que afecta a los rosales y es causada por hongos del género Peronospora. Esta enfermedad es común en climas húmedos y frescos, y puede afectar tanto a rosales ornamentales como a variedades de rosales cultivados para la producción de flores o frutos.
- Manchas Amarillas-rojizas: En las hojas infectadas se observan inicialmente manchas amarillas que luego se tornan marrones u oscuro.
- Revestimiento Blanco: A medida que la enfermedad progresa, se desarrolla un moho blanco o grisáceo en la parte inferior de las hojas, tallos y brotes jóvenes.
- Deformación de Hojas y Brotes: Las hojas pueden deformarse y enrollarse hacia abajo, mientras que los brotes nuevos pueden crecer distorsionados.
- Caída Prematura de Hojas: Las hojas severamente afectadas pueden caer prematuramente, debilitando la planta y afectando su crecimiento.
¿Cómo combatir los hongos del rosal?
Una vez conocidos los principales hongos que pueden atacar a los rosales, ¿cómo podemos combatirlo, tanto en términos de prevención como en tratamiento curativo? Comienza desde la prevención, si ya es tarde, opta por algunas de las opciones fungicidas que te damos.
Prevención de los hongos en rosal
Las buenas prácticas en jardinería son el pilar fundamental para evitar que los hongos ataquen a las plantas. Además de abonar cuando es la época, podar de forma correcta y regar en su justa medida atendiendo a las condiciones climáticas, debemos tener en cuenta otros 3 aspectos fundamentales para evitar hongos en las rosas:
- Buena circulación de aire. ¿Te has fijado en la posición en la que están plantados tus rosales y si estos tienen espacio suficiente entre ellos? Es primordial dar un espacio suficiente a los rosales, y más cuando crecen (ya que lo hacen a lo alto y a lo ancho). Un espacio insuficiente no dejará que el aire pase, además de que serán más propensos a contagiarse entre ellos las enfermedades.
- Hojas siempre secas. A la hora de regar, debes tener en cuenta que las rosas solo necesitan que se el agua llegue desde la base de la planta. No es recomendable regar aplicando el agua sobre hojas y flores.
- Control visual y manual. Cuando veamos primeros indicios de hongos, corta de raíz el problema: elimina las hojas infestadas y destrúyelas.
Fungicidas comerciales naturales y químicos
Cuando las acciones preventivas no dan su fruto, debemos optar por tratamientos para eliminar los hongos en rosales. Aquí te daremos opciones químicas y naturales para que puedas decidir con conocimiento:
- Fungicidas a base de Azufre y Cobre: ampliamente conocidos, son los fungicidas que han empleado nuestros abuelos en los huertos. Son sustancias relativamente accesibles. Suele aplicarse mediante pulverización. Siempre recomendamos leer las indicaciones de la etiqueta y seguir de forma estricta las dosis y forma de aplicación. Al tratarse de un tratamiento algo más fuerte, recomendamos optar por este tipo de tratamiento cuando no seamos capaces de eliminar el hongo con ningún otro remedio.
- Fungicidas sistémicos. Son absorbidos por la planta y distribuidos por todo su sistema vascular. Debes aplicarlo en un momento en el que el rosal se encuentre en crecimiento para que absorba la sustancia.
- Fungicidas biológicos. Estos productos combinan varios ingredientes activos para combatir una amplia gama de hongos. Están compuestos por microorganismos benéficos (hongos, bacterias y actinobacterias).
- Purín de ortiga y cola de caballo. Aplicaciones regulares de estos extractos naturales, ayudan a fortalecer a las plantas y hacerlas más resistentes frente a los hongos.
Remedios caseros
Los remedios caseros son tu “botiquín de primeros auxilios en plantas”. Con productos que podrás encontrar en la cocina, tendrás capacidad de realizar un tratamiento rápido. Aquí te dejamos 3 opciones para combatir la roya del rosal y el resto de hongos:
- Infusión de cola de caballo. La misma que puedes utilizar para hacer infusiones para consumo propio. Haz una infusión con 100gr de cola de caballo por litro de agua. Una vez fría, puedes regar el rosal con este preparado. Es similar el extracto de cola de caballo, pero su concentración de activos será menor.
- Infusión de ajo. La proporción es de 5 ajos por litro de agua. El procedimiento es machacar los ajos y añadirlos al agua hirviendo.
- Solución de bicarbonato de sodio. Cambia el pH de las hojas, haciendo un ambiente menos favorable para los hongos. Mezcla 1 cucharada de bicarbonato y una de jabón potásico (o alguno que tengas en casa) por cada litro de agua.
Te contamos otros remedios caseros generales en nuestro post sobre fungicidas caseros y naturales.
