El estiércol de gallina es indudablemente un recurso fácil de obtener. Aún a día de hoy, en muchos hogares españoles, contamos con un pequeño corral que nos brinda de huevos frescos y camperos todos los días. ¿Qué mejor forma que aprovechar todo su potencial? Este estiércol, bien tratado y compostado, se convierte en un abono espléndido para huertos y jardines, apto para multitud de plantas, aunque con ciertas limitaciones que iremos desarrollando en este post.
Conoce sus beneficios, las precauciones a la hora de usarlo y la mejor forma de compostar el estiércol de tus gallinas.
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Toggle¿Qué es la gallinaza?
Se le conoce como gallinaza al estiércol derivado de este animal (gallinas), también puedes encontrarlo como estiércol de pollo. Este incluye restos de heces, plumas y residuos de alimento no digerido. Es una excelente fuente de nutrientes para las plantas, especialmente en la agricultura, ya que es rica en nitrógeno, fósforo y potasio, elementos clave para el crecimiento vegetal. Además, aporta otros minerales en menor proporción como calcio, magnesio y hierro, que enriquecen la calidad del suelo.
Composición general del estiércol de gallina
Su composición puede variar según factores como la alimentación de las gallinas, el sistema de crianza y las condiciones de almacenamiento. Sin embargo, en términos generales, la composición de la gallinaza fresca suele incluir:
- Macronutrientes. Nitrógeno (de 1,5% a 2,5%), Fósforo (1% a 2%) y Potasio (0,8% a 1,5%)
- Micronutrientes. Calcio, Magnesio y Azufre.
- Materia orgánica (de 20% a 50%)
En cuanto al pH de este abono se suele situar entre 6.5 y 8.
Beneficios de usar este estiércol en plantas
Además de ser barata y accesible, la gallinaza es un súper abono para plantas, especialmente para cultivos de árboles frutales, verduras, y otros que puedes encontrar en el huerto. Es por ello que este tipo de abono orgánico es un imprescindible (y más, si tienes gallinas en casa), para los amantes de los cultivos a pequeña escala.
- Aporta los nutrientes esenciales al suelo (NPK), los responsables de correcto desarrollo de las raíces y tallos, y del fortalecimiento de la planta ante plagas y patógenos externos. El resultado: plantas más resistentes, más productivas.
- Mejora la estructura del suelo, sobre todo de aquellos que ya han sido explotados intensivamente y se encuentran muy pobres en materia orgánica. Hay que reestructurar el suelo y “aportar alimento” que puedan absorber las plantas. Sin un suelo fértil, no habrá resultados. Para este caso en concreto, es especialmente eficiente la gallinaza, ya que se emplea como abono de fondo.
- Activa la vida microbiana del suelo. Las bacterias encargadas de compostar de manera natural la materia orgánica, estarán “encantadas” de recibir estiércol. La aplicación de estiércol de gallina estimulará la aparición de estos microorganismos beneficiosos.
- Es sostenible y ecológico. Al igual que ocurre con otros abonos orgánicos, el estiércol de gallina no genera residuos ni en su proceso productivo, ni a la hora de la aplicación.
- Incrementa el rendimiento de los cultivos. Consecuencia de todo lo demás que hemos explicado, una mejor estructura del suelo y un mayor aporte de materia orgánica, hará que los cultivos sean más eficientes.
- Controla el pH de los suelos ácidos. Al tratarse de un abono pH neutro o ligeramente alcalino, promoverá el equilibrio en aquellos suelos que presenten un pH más ácido.
Desventajas y precauciones al usar el estiércol de gallina
Por su alto contenido en nitrógeno, la gallinaza es un potente abono, aunque su uso debe ser controlado para evitar quemaduras en las plantas. Casi siempre, es recomendable compostarla antes de aplicarla en cultivos, lo cual reduce su concentración de amoníaco y facilita su absorción por las plantas sin dañar sus raíces.
En segundo lugar, es un abono que presenta grandes cantidades de amoníaco, por lo que es esencial seguir un procedimiento de compostaje correcto y eficiente. Este componente puede causar toxicidad en las plantas.
Si el estiércol proviene de granjas extensivas, es posible que el abono aún contenga posibles residuos de antibióticos y otros aditivos. Por ello, es importante contar con un producto (si es comprado), que cuente con las garantías de que es seguro para su uso (por ejemplo, buscando algún certificado ecológico que respalde este hecho).
Por último, y en esto coincide con el resto de estiércoles, puede contener patógenos que hagan enfermar a nuestras plantas. En el caso del estiércol de gallina, es especialmente delicado ya que puede contener bacterias nocivas para el ser humano (Salmonella, E-coli), por lo que es principal prestarle atención al proceso de compostaje.
Cantidades adecuadas
Las cantidades de estiércol que se recomiendan pueden variar en función del tipo. En este sentido, nos centraremos en dos cultivos que se benefician de este tipo de abono.
- Gallinaza en árboles frutales
Puedes realizar 2 aplicaciones al año, en árboles adultos. En cada aplicación se recomienda de 2 a 5kg de gallinaza compostada por cada árbol. En árboles jóvenes la dosis se puede reducir a 1kg.
- Gallinaza en hortalizas
Por cada metro cuadrado de cultivo, se recomienda de 0.5 a 1kg de gallinaza. Puedes aplicarlo para preparar el suelo, unas 2 semanas antes de sembrar tus plantas.
¿Hay exceso de estiércol en mi huerto?
Tan negativa es la falta de abono, como el abuso del mismo en tus cultivos. Si encuentras algunos de estos indicios, es que posiblemente estés abusando del estiércol de gallina:
- Crecimiento excesivo de hojas pero poca duración
- Coloración amarilla/marrón de las hojas
- Corteza o costra en la superficie del suelo
- Mal olor o presencia de moho en el suelo
- Crecimiento desigual y plantas débiles
¿Cómo compostar el estiércol de gallina?
Como hemos ido mencionado, es necesario compostar la gallinaza fresca. Sin compostar, podemos incurrir en riesgos como:
- Aportar a nuestras plantas gran cantidad de nitrógeno y amoniaco, que puede terminar quemándolas.
- Un manejo más complicado y de olor fuerte.
- Puede incluir patógenos nocivos tanto para las plantas como la salud humana.
Por todo esto es primordial asegurarnos un buen proceso de compostaje. Dicho procedimiento es el siguiente:
- Recolectar estiércol de gallinaza y mezclarlo con un material seco (pueden ser, hojas, paja, serrín, virutas…)
- Crea una pila de compost. Se recomienda alrededor de 1 metro cúbico para asegurarnos que se alcanza la temperatura necesaria para eliminar patógenos.
- Cada 1-2 semanas se recomienda voltear la pila para oxigenarla y evitar que se generen gases; esto contribuye a un compostaje más uniforme.
- Este compostaje puede durar 2-3 meses (dependiendo de las condiciones, la temperatura alcanzada…). El estiércol estará listo cuando tenga un color marrón oscuro, una textura uniforme y un olor suave.
- Por último, puedes dejar madurar el compost unas 2 semanas para que los nutrientes estén más estables y seguros para las plantas.
Gallinaza frente a otros estiércoles o abonos orgánicos
La gallinaza es un tipo de estiércol que destaca por su aporte de NPK. Por comparación, podemos resumir:
- El estiércol de vaca mejora la fertilidad y estructura del suelo de manera gradual.
- El estiércol de caballo aporta aireación y ayuda en suelos compactos, aunque suele llevar semillas de pasto.
- El estiércol de oveja es más concentrado y fácil de aplicar en suelos secos.
- El estiércol de conejo es rico en nutrientes y seguro para aplicar sin compostaje.
En nuestra tienda encontrarás gallinaza compostada de forma controlada, con certificado ecológico y que, además, se encuentra en formato pellet, garantizando una aplicación higiénica y más eficiente (dosis más reducidas). Si te interesa, puedes informarte sobre sus cualidades y precios desde nuestra ficha de producto: pellet de gallinaza Bioky.
En definitiva, el estiércol de gallina es un abono natural que no genera ningún residuo ni vertido preocupante al entorno. Se desintegra fácilmente y aporta nutrientes asimilables por nuestras plantas. Si quieres profundizar en otros abonos orgánicos, aquí tienes un post sobre los diferentes tipos que existen y sus características principales: “Tipos de abonos orgánicos”.